Un perfecto maridaje

tiene un único secreto:

Tanto el plato como el vino

deben darse su respeto.

Equilibrio es la palabra

que entre ellos no haya reto,

sino amable compañía

en un mágico momento.

(Texto original de Paula Villarreal Gil)

Tannat

Considerado en la lista de las mejores cepas del mundo, el Tannat es una variedad con mucho cuerpo, llena la boca por su carácter fuerte y un prolongado final. En nariz, se advierten una infinidad de aromas por descubrir: desde madera, tabaco o chocolate, hasta cuero y frutas secas.

Estas potentes características pueden equilibrarse con quesos de cabra bien curados y también de oveja, quesos azules no muy maduros, más bien ahumados o fermentados.

El Tannat puede acompañar también platos de pasta con salsas fuertes: como el ragú (insigne de la comida italiana) o como la arrabbiata (famosa salsa romana furiosa).

 Esta cepa equilibra sin inconvenientes los “platos de cuchara”. Guisos como el goulash, la carbonada chilena, el estofado o las guatitas con salsa de tomate, pueden ser maravillosas combinaciones para un Tannat. ¡Un impacto para las delicias del inverno!

Carignan

Si bien llegó a Chile desde el sur de Francia, esta cepa es originalmente española, más específicamente de la región de Aragón, donde es conocida como Cariñena o Mazuelo.

Las vides de Carignan son de maduración tardía, por eso se trata de una variedad de alta acidez, taninos rugosos y color profundo.

Este vino destaca por su intensidad y alta concentración de azúcar. Es robusto, con gran cuerpo y alta concentración de taninos, provocando un retrogusto astringente y duradero en el paladar.

En términos de maridaje, se trata de una variedad excelente para acompañar todo tipo de carnes rojas, así como embutidos y platos con toques ahumados.

Se recomienda para carnes rojas a la parrilla, aves de caza como pato y faisán, legumbres y cazuelas. En general, acompaña muy bien la cocina sazonada y es el compañero ideal para las empanadas de pino. ¡Qué novedad!

Cinsault

Es la cuarta uva tinta más plantada de Francia y es, especialmente, importante en la región de Languedoc-Rosellón. En Chile, se le conoce como cinsault o cargadora, dada la abundancia de racimos. En total nuestro país cuenta con más de 796 hectáreas plantadas de esta cepa, de las cuales la mayoría se concentran en el Valle del Itata.

Tiene bajo contenido en taninos, por lo que a menudo se usa para producir vino rosado.

Es un vino fresco, tremendamente afrutado, que goza de un enorme potencial. Puede ser muy aromático, aportar con un perfume vaporoso que invade la nariz, combinando una textura suave que alivia el paladar.

En boca es fresco, jugoso, simple y muy agradable de beber. Sus taninos son rústicos y bien marcados, ideal para acompañarlo con pescados, quesos y comida chilena.

El mejor queso para acompañar un Cinsault joven y frutoso es el Brie. Très bien!

Petit verdot

Un vino color rojo cereza con tonos violáceos, lleno de aromas a frutos rojos, moras, caramelo, vainilla y moka, que lo hacen un caldo frutal, elegante, especiado y mineral; con cuerpo, bien equilibrado y con un largo final.

 Es una variedad de uva tinta muy usada en la producción vitivinícola mezclada, principalmente, con Cabernet Sauvignon.

 Al ser un vino de muchos taninos y cierta acidez, el Petit Verdot es ideal para acompañar sabrosas preparaciones con carne, sobre todo carnes rojas y de cerdo, ya que marida muy bien con alimentos ricos en grasas y proteínas, sobre todo cuando el vino es joven.

 Los quesos curados y los guisos de ave también sacarán a relucir todas las propiedades del Petit Verdot. ¡Descúbrelo!

Pinot Noir

¿Sabías que hay vinos tintos que para disfrutarlos al máximo debes servirlos fríos? Sí, y una de estas cepas es el Pinot Noir.

 Si bien podemos decir que 17 grados Celsius es la temperatura promedio recomendable para las cepas tintas -especialmente si se trata de un vino de guarda-; 14 grados, es la temperatura ideal para un Pinot Noir, así libera mejor sus cualidades.

En estricto rigor, hablamos de una cepa que no debe servirse fría ni a temperatura ambiente. Como posee moderados niveles de acidez y alcohol, disfrutar un Pinot Noir a 14 grados es la recomendación para apreciar todos sus matices: notas ahumadas, a madera, tierra, ciruela, frutos rojos, setas, cereza negra y cuero.

Marida esta cepa con pescados, pollos, patos, hongos y setas, y quesos suaves. ¡Será una explosión para los sentidos!

Malbec

La malbec es un tipo de uva morada originaria de Francia, se usa para la elaboración de vino tinto, el que toma el nombre de la cepa: Malbec. Las uvas tienen un color oscuro y abundantes taninos y se hicieron conocidas por ser una de seis uvas con las que se elabora el prestigioso vino de Burdeos.

En la actualidad, el vino de malbec argentino es muy valorado en el mundo, especialmente el que se produce en las altitudes de Mendoza, en las regiones de Luján de Cuyo y el valle de Uco, aunque también se puede encontrar Malbec en Estados Unidos, Chile, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.

 Este vino es un gran compañero de aperitivos y entradas: quesos duros y amarillos con corteza como el Emmental o Gruyère son perfectos. Aunque el queso asado y las provoletas también se constituyen en un gran maridaje. Lo ideal es que siempre se tenga algo salado, algo crocante y algo fresco, para aumentar las sensaciones placenteras. Otros quesos que resaltan con esta cepa son el Gorgonzola y el Mozzarella; además de los ahumados de cabra o vaca.

Debido a la estructura del Malbec y su alta acidez, también acompaña muy bien platos de carnes rojas, en especial de cordero. Marida excelente el pato, las hamburguesas caseras, los tacos mexicanos, el clásico strogonoff y la plateada chilena. Igualmente, va de maravillas con preparaciones como la ratatouille provenzal, los ragús de verduras con carne picada y las empanadas. Es importante resaltar que la acidez de esta cepa armoniza magníficamente con la acidez natural de verduras como los tomates, pimientos, zapallo italiano y cebolla. ¡Vegetarianos, a brindar con Malbec!

Cabernet Franc

La uva cabernet franc es una de las cepas tintas más plantadas en el mundo. Se usa, sobre todo, para mezclarse con la cabernet sauvignon y la merlot en el vino de Burdeos, pero también se puede hacer vino con ella sola.

El vino Cabernet Franc tiene pigmentaciones más claras, pero con el mismo nivel de intensidad y riqueza que un Cabernet Sauvignon. Su perfume tiende a ser más pronunciado a notas de frambuesa, grosella negra, violeta y grafito. Se caracteriza a menudo por un golpe aromático y gustativo a verduras verdes, que puede ir de hojas a pimientos. Tiene ligeramente menos taninos que la cepa cabernet sauvignon y produce un vino más suave en boca, por esta razón también se usa para producir vinos rosados.

Son vinos son delicados y rústicos a la vez. Sus ejemplares son amables, equilibrados y sumamente interesantes. El cuerpo ligero, la acidez equilibrada y los taninos presentes en los vinos Cabernet Franc lo convierten en un gran acompañante de platos sencillos como pastas con salsa de tomate, pizzas y asado. Asimismo, también combinan muy bien con carnes de sabores más complejos como pato o cordero.

Sus notas a fruta fresca y un poco de sotobosque, le otorgan un toque característico, ideal para los aficionados a maridar con quesos. El Cabernet Franc combina muy bien con Roquefort, Gorgonzola, Gouda y Brie.

 La cepa Cabernet Franc por momentos recuerda al Cabernet Sauvignon; sin embargo, su perfil es un poco más herbáceo y ligero, más claro a la vista y de textura más fina.

¡Cámbiate a un Franc y descubrirás otra sensación en vinos!

Viognier

La cepa viognier es una uva blanca del valle del Ródano, Francia, y tiene potencial para producir vinos con cuerpo y carácter suave. A diferencia del Chardonnay, el varietal de Viognier tiene aromas más naturales, como el melocotón, la pera, las violetas y toques minerales.

 En Chile, esta cepa logra una personalidad intensa, de gran estructura y goce aromático, por lo que resulta una compañía ideal de platos contundentes y complejos, se dice que el Viognier es un vino blanco con el corazón tinto.

 Frecuentemente se compara con el Chardonnay, por su estructura firme y amable carácter, pero la principal diferencia está en su perfil aromático. El Viognier es conocido por sus notas frutales (duraznos, damascos, piñas, mangos) y florales (acacia, naranjo e incluso de violetas), y por su capacidad para transmitirnos ciertos enigmáticos toques minerales.

De un inconfundible color amarillo con reflejos dorados, este vino regala en la boca un buen volumen frutal y sutiles notas a miel, sumadas a un cuerpo untuoso.

Es un vino ideal para el verano. Fresco e intenso. Rico en aromas y sabores. Sus notas especiadas, a veces incluso picantes, con algunos toques de nueces, convierten al Viognier en un compañero muy versátil para un sinnúmero de recetas veraniegas.

 El maridaje clásico para esta variedad es la cocina mediterránea y las carnes blancas: todo tipo de aves y pescados, pero también mariscos y quesos suaves. Aunque también resulta interesante maridar este vino con la cocina asiática, especialmente la tailandesa; los sabores picantes de la cocina thai cobran otra dimensión así como las preparaciones vegetarianas. 

Por último, el Viognier marida muy bien con postres a base de frutas frescas de dulzura moderada. ¡Atrapa el sol con una copa de Viognier!

Riesling

Esta cepa es una variedad de uva blanca, originaria de la región del Rin, Alemania, pero que en el valle chileno de Casablancaha encontrado nuevos y particulares terroirs. Este valle costero ofrece las condiciones ideales para que el Riesling desarrolle sus mejores virtudes: un clima fresco que permite una lenta maduración de las uvas y suelos muy balanceados para que sus raíces puedan profundizar.

 El Riesling capta los elementos minerales de los suelos donde crece y luego los exhibe en el vino a través de notas minerales o de piedras mojadas. Esta variedad tiene una exquisita acidez natural y expresivas notas cítricas, ideales para cortar las grasas de las comidas, combina exitosamente con platos fritos o sopas grasosas y especiadas.

 Este vino es fresco y elegante, su principal característica son es el aroma intensamente afrutado. Es versátil y perfecto para acompañar las más variadas recetas. Chefs y sommeliers coinciden en que este vino es uno de los mejores partner de la gastronomía. Tiene cuerpo liviano, bien equilibrado, aromático, pero al mismo tiempo una estructura que permite maridarlo hasta con carnes de cerdo o ternera.

 Pero hay otras opciones. El Riesling marida perfecto con la comida china, sobre todo aquellas recetas con pescados y mariscos; también con las que tienen carnes y son picantes, como los aperitivos cantoneses dim sum. ¡No pierdas la oportunidad de probarlo!

Gewürztraminer

La variedad Gewürztraminer o Traminer es una uva blanca, de hollejo rosado, que produce uno de los vinos dulces y semidulces más característicos y distintivos del mundo. Su origen es incierto, pero se estiman que su cuna está en la zona del Tirol italiano, en Termeno o Tramin.

 El nombre alemán gewürztraminer significa -literalmente- "traminer especiada"​o "traminer aromatizada". Esta uva es una mutación de la savagnin blanc, también conocida como traminer en Tirol del Sur (al norte de Italia).

 La cepa Gewürztraminer crece mejor en los climas fríos, tiene altos niveles de azúcares y sus vinos son normalmente semisecos y muy aromáticos. Sus perfumes son muy intensos y complejos: con notas florales (rosas, lilas, guayaba, azahar, violetas), frutales (fruta exótica, lichi, piel de cítricos), té y especias (pimientas). Son suaves, untuosos y algo picantes en boca.

 La dulzura de este vino permite acompañarlo con comidas especiadas como la asiática, en particular, la japonesa e india. El Gewürztraminer combina muy bien con platos picantes y condimentados, pero también se marida con quesos blandos y frescos como Maroilles, Livarot y el Munster; además, de platos preparados con carne de caza y con verduras y hortalizas cocinadas al vapor. ¡Un copa de dulzura, con aromas para compatir!